Con su característica meticulosidad, Malcom preparó todo, teniendo en cuenta los factores de la hora, el terreno, las posibles contingencias y otros factores extensos de enumerar. Dentro de veinte minutos llegaría el tren a la trinchera, por donde corría la vía férrea, saliendo del túnel; todos sus hombres estaban ya apostados estratégicamente para invadir la máquina y los vagones de pasajeros.
No se había puesto aún el pañuelo sobre la cara, porque sentía necesidad de fumar. Vio a Moody, al otro lado, sentado sobre una peña, en cuclillas, como si estuviera alrededor de la hoguera, en el campamento.
Repasó el lugar una vez más, con detenimiento, y vio a Kicked Bill, allá lejos, recostado contra un árbol solitario, junto al túnel, pero no distinguió sus facciones. Lewis y Wayne estaban todavía amontonando haces de leña en medio de los rieles, para prenderles fuego cuando el tren hiciese la señal.